Conozcan la historia de Rogoberta y como se hizo merecedora de tan gran distinción.
Un poco de su origen
Rigoberta Menchú Tum, nació el 9 de enero de 1959, en Chimel, municipio de San Miguel Uspantán, Departamento de El Quiché, Guatemala.
Es una activista y defensora de la paz, la justicia social y los derechos humanos de los pueblos indígenas en Guatemala. Nació en una familia campesina maya. Durante su infancia y juventud sufrió pobreza, discriminación racial y la violencia que durante décadas ha padecido la población indígena guatemalteca. Por ello, con tan sólo cinco años comenzó a trabajar junto a sus padres en las grandes fincas de las familias ricas y tradicionales del país; después, en su adolescencia, trabajó durante dos años en la capital guatemalteca como empleada doméstica.
Su inicio como activista
La adolescencia de Rigoberta estuvo a travesa en un contexto de crisis social. Guatemala vivía mometo caóticos, donde la represión militar era moneda común, así como en muchos países de latinoamérica.
Se había desatado una guerrilla que buscaba reinvindicar los derechos de las comunidades rurales indígenas del país. Ante la protesta, el gobierno respondió con una durísima represión, persecusión y olas de asesinatos. Gran parte de la familia de Rigoberta fue víctima: su madre y su hermano mayor fueron torturados y asesinados por los militares, y su padre quemado vivo durante una protesta. Por ésta y otras razones, desde joven Rigoberta se involucró en diversas causas sociales y fue participante en foros internacionales para denunciar las desigualdades económicas, sociales, culturales y políticas dentro de su país.
Su compromisó provocó que el gobierno de Guatemala la marcara como disidente. Esto la llevó al exilio a Mexico en 1981, ayudada por grupos militantes católicos. Desde esta latitud, se dedicó a denunciar las injusticias que vivía su comunidad y la sociedad entera de su país. El hecho de que levantara su voz a pesar de la persecusión, la llevó ante la ONU, donde contribuyó a la elaboración de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El Premio Nobel de la Paz
Con el respaldo de Desmond Tutu, Adolfo Pérez Esquivel y otras personalidades que apoyaron su candidatura, la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el premio Nobel de la Paz en 1992, coincidiendo con los actos oficiales del quinto centenario de la llegada de Colón a América, celebraciones a las que Rigoberta se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios americanos.