A 40 años del hecho que marcó con dolor la historia argentina, pero también con orgullo por los soldados que entregaron la vida en batalla. Brindamos materiales para ayudar a comprender qué pasó en las Islas Malvinas.

Recuperado de Revista El Canillita – Abril 2015

Se cumplen 40 años del desembarco en las Islas Malvinas. Y como cada 2 de abril se conmemora un aniversario más del inicio de la
gesta que marcó un antes y un después en la historia argentina en 1982. En la fecha, homenajeamos a los veteranos y caídos en Malvinas, a nuestros héroes, para reflexionar en las aulas sobre el pasado argentino reciente, para reafirmar la soberanía en el Atlántico Sur y para pensar en su lazo con el presente y el futuro.

Desde EL CANILLITA brindamos materiales para recordar qué pasó en aquel conflicto bélico, el único en el que participó nuestro país durante el siglo XX, cómo se lo recuerda hoy y repensar en el dolor de la pérdida irreparable de vidas inocentes.

Enseñar Malvinas convoca a reflexionar en torno a nuestra identidad nacional, a través del despliegue de un conjunto de principios que hacen a una sociedad integrada en el marco del ejercicio de los derechos: la libertad de expresión, el derecho al trabajo, la oportunidad de una vida digna. La “causa Malvinas” supone un reclamo a favor de la libertad y de la igualdad entre todas las naciones, contra todo resabio colonial que exista en el mundo.

¿Cómo comenzó la guerra?

El conflicto armado ocurrido entre la Argentina e Inglaterra en 1982 se inició con la usurpación británica de las islas en 1833, al expulsar a la población local y la reemplazaron por otra, los llamados kelpers. A partir de entonces, Argentina, reclamó reiteradamente la soberanía.

Fue así que un 2 de abril de 1982, una fuerza política argentina, conformada mayoritariamente por jóvenes (de entre 18 y 20 años), sin experiencia
militar, intentó la recuperación de las Islas Malvinas. Al mando del general Mario Benjamín Menéndez desembarcaron en Puerto Stanley, la capital de las Islas, rebautizada como Puerto Argentino.

Esta trágica decisión fue tomada por una dictadura que venía ejerciendo el terrorismo de Estado desde 1976. Los responsables políticos fueron los dictadores Leopoldo Galtieri y el Jefe de la Armada, Jorge Isaac Anaya, quienes pretendían forzar a los británicos a iniciar negociaciones.

El apoyo latinoamericano a la Argentina fue casi unánime. Nicaragua ofreció tropas; Venezuela, petróleo y Perú, aviones de reemplazo. Solamente el régimen del presidente Augusto Pinochet, en Chile, adoptó una posición contraria, concediendo a los británicos suministros y bases para unidades de comandos.

El 25 de abril, las fuerzas británicas reconquistaron Georgia del Sur. A comienzos de mayo, tras el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los aviones de la RAF (Fuerzas Aéreas Británicas) comenzaron a atacar las posiciones argentinas, en especial la pista de aterrizaje de Puerto Argentino. Aunque los británicos no lograron expulsar a las fuerzas aéreas y navales argentinas, el submarino nuclear Conqueror provocó el hundimiento del crucero argentino General Belgrano. A continuación, un misil Exocet lanzado por la aviación argentina hundió a un destructor británico, el HMS Sheffield.

Últimos combates

El principal combate en tierra, después del desembarco, se produjo el 28 de mayo, cuando un contingente británico formado por 600 hombres derrotó a una guarnición argentina mayor en número en Malvina del Sur, tras un duro enfrentamiento. Los británicos avanzaron hacia la principal guarnición argentina que estaba situada en Puerto Argentino, y el 8 de junio se produjo su mayor desastre, cuando el buque de transporte Sir Galahad fue destruido por aviones argentinos en Port Fitzroy.

Poco a poco, mediante ataques combinados de artillería e infantería para acabar con la intermitente resistencia argentina, los británicos tomaron las tierras altas que rodearon al puerto. Las mayores pérdidas marítimas fueron: el crucero argentino ARA General Belgrano, que provocó la muerte de 323 tripulantes, y el crucero inglés Sheffield, hundido por la fuerza aérea nacional.

El 14 de junio, la guarnición argentina, a las órdenes del general Menéndez, se rindió. El saldo de muertos fue de 649 en el lado argentino y de 255 personas entre los militares ingleses. Tras esta derrota, los militares debieron apresurar su retiro del gobierno, organizando las elecciones que devolvieron la democracia al pueblo argentino a fines del año 1983.

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